HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y LOS BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA REGULAR.

La HTA es el principal factor de riesgo para enfermedad cerebrovascular (ECV) y enfermedad coronaria. Se le atribuye el 54% de las enfermedades cerebrovasculares y un 47% de la enfermedad cardíaca isquémica.
Según la última Encuesta Nacional de Salud en Chile (ENS 2016-17) se sospecha que el 27,6% de nuestro país sufre de Hipertension Arterial, con un leve predominio en mujeres ( 27,7 %) más que en hombres (27,5%).
Se entiende por “sospecha de HTA”, a personas con autoreporte y/o tratamiento médico HTA o con presión elevada mayor 140/90 (promedio con 3 tomas de presión arterial).
Por definición La hipertensión arterial corresponde a la elevación persistente de la presión arterial sobrelímites normales, que por convención se ha definido en PAS (Presion arterial sistólica) ≥ 140 mmHg y PAD (Presion arterial diastólica) ≥ 90 mmHg.
La Presion Arterial tiene una relación muy estrecha, continua y graduada con el desarrollo de ECV, infarto agudo del miocardio (IAM), insuficiencia renal, enfermedad arterial periférica y todas las causas de muerte cardiovascular.
El estilo de vida juega un papel importante en la prevención de la hipertensión arterial como también en su control y la prevención de complicaciones una vez que se ha diagnosticado la hipertensión (HTA). Dentro de los hábitos del estilo de vida que contribuyen para controlar los valores de presión arterial, está el nivel de actividad física diario de la persona. La inactividad física es un factor de riesgo importante para el desarrollo de la HTA y de enfermedades cardiovasculares y metabólicas asociadas a la HTA.
BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LA PRESIÓN ARTERIAL
Los efectos benéficos de la actividad física (AF) se ven en todos los grados de HTA y la AF está indicada, en general, para todos los pacientes hipertensos con o sin terapia farmacologica como complemento esencial al tratamiento.
Los beneficios de la actividad física regular en la hipertensión arterial pueden ser explicados por diversos mecanismos:
Cardiovasculares: nuestro corazón se vuelve más eficiente frente a un mismo esfuerzo, , la resistencia vascular periférica (resistencia que se opone al paso de sangre por nuestros vasos sanguineos) , el volumen plasmático y la densidad capilar. Mejora las respuestas vasculares estimulando la vasodilatación mediada por la secreción del óxido nítrico (vasodilatador) y aumentando la función endotelial. Además el ejercicio promueve, a lo largo del tiempo, adaptaciones estructurales en los vasos sanguíneos que aumentan su longitud y su diámetro así como la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos).
Adaptaciones Neurohormonales: puede disminuir la actividad del sistema renina-angiotensina, disminuye la actividad del sistema nervioso simpático, y actúa contra la hiperinsulinemia y resistencia a la insulina del paciente mejorando la sensibilidad a la insulina y los niveles de glicemia. También ejerce efectos anti inflamatorios.
Disminuye el estrés oxidativo asociado a la patogénesis de la HTA.
Comportamiento: disminuye el estrés, ansiedad y mejora el patrón de sueño
Además, el ejercicio tiene potentes efectos cardioprotectores por tener un efecto anti arterioesclerosis (mejorando el perfil lipídico del colesterol total, triglicéridos, LDL y HDL), anti trombótico (previniendo la formación de coágulos y trombos), anti isquémico (evitando isquemia e infarto del miocardio y accidente vascular encefálico), y anti arrítmico (minimizando arritmias del corazón).
En general, las personas que tienen un hábito de actividad física regular y un buen nivel de condicionamiento físico disminuyen el riesgo de hipertensión arterial .
El ejercicio aeróbico como , pedalear, trotar, correr o nadar después de algunos meses de ser realizado regularmente y a una intensidad recomendada , disminuye la presión arterial en personas con presión arterial normal y con hipertensión arterial, igual en hombres y mujeres y en adultos jóvenes como en adultos mayores.
La actividad física reduce la presión arterial sistólica y diastólica en el paciente con HTA de 5 a 7 mmHg y en la persona con presión arterial normal de 3 a 5 mmHg.
RECOMENDACIONES DE ACTIVIDAD FÍSICA EN EL PACIENTE CON HIPERTENSIÓN
Las recomendaciones de actividad física para la salud del paciente con diagnóstico de hipertensión arterial son las mismas para la población en general y ellos deben cumplir al menos 30 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada de forma continua (en una única sesión) o acumulada (dos sesiones de 15 minutos o 3 sesiones de 10 minutos). Pacientes con hipertensión controlada y sin complicaciones cardiovasculares o renales pueden competir pero deben ser tratadas, evaluadas y monitorizadas de cerca.
Las actividades físicas o ejercicios aeróbicos y los ejercicios de resistencia/fortalecimiento muscular son un complemento en la prevención, tratamiento y control de la HTA. El profesional que acompaña el programa de ejercicio debe siempre verificar que el paciente esté medicado y clínicamente controlado.
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